La previsión que teníamos del tiempo no era muy buena y realmente comenzamos la marcha sin llover, pero entre Sietes y Anayo llovió muchísimo para pasar a llovizna hasta Vallobal. Después tuvimos bonanza hasta llegar a Covadonga.
Salimos de Villaviciosa a la hora acostumbrada, muy puntuales, y a las 00,35 ya estábamos en Anayo, primera parada.A la 1,15 dejamos Anayo para bajar hacia Borines, donde se pudieron llenar las cantimploras en su famosa fuente .
A continuación seguimos caminando hacia Vallobal y un poco más adelante Miyares, en donde hicimos un pequeño descanso.
Después pasamos por La Goleta y un poco después por Cúa, mitad del recorrido, donde todavía había música en su fiesta patronal.
Después de Cúa hay que afrontar la subida hacia Castiello y pasado lo difícil, nos queda el caminar hacia Quadroveña, desde donde ya se divisa Arriondas y adonde se llega poco antes de las 6 de la mañana, y como el Campoamor está abierto pudimos tomar un café.
Dejamos Arriondas para seguir por la senda peatonal hacia Cangas de Onís. Vamos por ella hasta Vega de los Caseros y allí cruzamos el río Sella para ir al lado del río, por su margen derecha, hasta Cangas de Onís, donde nos espera el desayuno.Después del descanso volvemos al camino, y siguiendo la ruta del Garapiellu se llega a Soto de Cangas, después de cruzar la carretera que une Cabrales con Cangas de Onís.
Pasamos por el pueblo y poco después de pasar por la capilla de Santa Lucía salimos a la carretera que va a Covadonga y por la acera andamos esos 5 Kms., que se hacen largos, debido al cansancio, y que nos llevan a nuestra meta.
Desde el Repelao, unos por los jardines del Príncipe y otros por la carretera llegamos bajo la Santa Cueva, terminando el camino entre las 10,30 y las 11 horas.
Han sido, en torno a los 53 Kms. y, naturalmente, el sueño y el cansancio hace que la ducha que nos espera en el Gran Hotel Pelayo sea un reconstituyente.
Después el descanso y el aperitivo hasta la 13,30 que tenemos Misa en la Santa Cueva oficiada por el Padre Valdés.
Al finalizar la misma, la foto de familia delante de la Santina e
inmediatamente nos esperaba la comida en el Gran Hotel Pelayo, donde siempre nos encontramos muy a gusto ya que el trato que allí recibimos por parte de todo el personal es siempre magnífico.Al finalizar la comida la entrega de diplomas y de bastones a los que alcanzan los 5 años haciendo el camino.
Al finalizar hicimos otra foto a la salida del hotel y rápidamente al autobús y vuelta a casa.
Ahora a esperar al año 2017, pero antes tendremos la reunión de Navidad.
Emilio nos envió las siguientes fotos:
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Más fotos las tenéis aquí:
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